martes, 13 de mayo de 2014


Las bacterias vuelven a asustar al mundo




Las bacterias vuelven a asustar al mundo

Antibióticos son cada vez menos eficaces para combatir infecciones que producen. Alerta de la OMS.


11 de mayo de 2014

www.eltiempo.com


"El mundo está abocado a una era posantibióticos en la cual las infecciones comunes y las lesiones menores, hasta hoy controladas, volverán a ser potencialmente mortales".

Con este oscuro panorama, Keiji Fukuda, subdirector general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la Seguridad Sanitaria, alertó esta semana sobre la progresiva resistencia bacteriana a los antibióticos, que en algunos casos sobrepasa el 50 por ciento.

Esta verdadera amenaza quedó consignada en las 257 páginas de un informe global del organismo sobre el tema, con datos de 114 países, en el que explica que no hay una sola región del planeta libre de este peligro.

En este 'atlas', denominado 'Resistencia a los antimicrobianos: informe mundial sobre vigilancia', se afirma que de no emprenderse acciones urgentes para mejorar la prevención de las infecciones y cambiar la forma de producir, prescribir y utilizar los antibióticos, el mundo se verá expuesto a "repercusiones devastadoras".

A lo anterior se suma una gran dificultad: el escaso desarrollo de nuevos antimicrobianos desde hace dos décadas. "Hay una cantidad creciente de infecciones para las cuales casi no hay opciones terapéuticas y necesitamos desesperadamente nuevos descubrimientos", dijo Laura Piddock, profesora de microbiología de la Universidad de Birmingham (Reino Unido).

El documento señala que si bien dicha resistencia -capacidad de la bacteria de mutar genéticamente y volverse casi inmune a los antibióticos- es patrimonio de muchos agentes infecciosos, ésta se hace particularmente evidente en siete bacterias responsables de infecciones comunes graves, como la septicemia, la diarrea, la neumonía, las infecciones urinarias y la gonorrea.

En este listado aparecen la Escherichia coli (resistente a la tercera generación de cefalosporinas y fluoroquinolonas), la Klebsiella pneumoniae (resistente a la tercera generación de cefalosporinas y carbapeménicos), el Staphylococcus aureus (resistente a la meticilina), el Streptococcus pneumoniae (resistente a la penicilina), la Nontyphoidal Salmonella y la Shigella species (ambas resistentes a las fluoroquinolonas) y la Neisseria gonorrhoeae (ha disminuido su susceptibilidad a la tercera generación de cefalosporinas).

"Los datos obtenidos para E.coli, K. pneumoniae y S. aureus muestran que la proporción de resistencia de estos agentes a antibióticos comúnmente usados sobrepasa el 50 por ciento en muchos escenarios. La resistencia de la K. pneumoniae a los carbapenémicos (como el meropenem y el imipenem), usualmente el último recurso terapéutico para las infecciones potencialmente mortales causadas por este agente, se reporta en todas las regiones y hace que estos antibióticos ya no sean eficaces en más de la mitad de las personas que las contraen", dice el informe.

Por su parte, las fluoroquinolonas (como norfloxacina y siprofloxacina) son los antibacterianos más utilizados en el tratamiento de las infecciones urinarias por Escherichia coli. Las cefalosporinas (cefmetazole, cefoxitin, flomoxef y latamoxef) de tercera generación son usadas, entre otras infecciones, para tratar la gonorrea.

En algunos entornos, hasta un 90 por ciento de las infecciones por S. aureus son resistentes a la meticilina (como Nigeria) y esta resistencia aumenta en un 64 por ciento el riesgo de mortalidad del paciente.

Aunque la OMS explica que la resistencia de los microbios que atacan al ser humano es un proceso natural, dado que ello les permite evolucionar, el mal uso de los antibióticos (tanto en humanos como en animales), la carencia de métodos diagnósticos adecuados y las malas prácticas preventivas en los hospitales han agravado la situación.

"Hemos descubierto que además de tratar infecciones, los antibióticos son utilizados en dosis más débiles que las terapéuticas para favorecer el crecimiento de los animales en granjas industriales y esto es preocupante", dijo Awa-Ayidara Kein, especialista de la OMS en enfermedades animales.

El fracaso del tratamiento debido a la resistencia a los antibióticos disponibles también es una realidad en la tuberculosis y la malaria, lo cual pone en riesgo el objetivo mundial de controlar ambas enfermedades.

Con información de agencias y del diario ‘El Mundo’ de España.
¿Qué sucede en Colombia?

En el país -afirma la infectóloga Aura Lucia Leal, coordinadora de resistencia bacteriana de la Asociación Colombiana de Infectología- se destaca el aumento creciente de la resistencia en E. coli frente a las cefalosporinas de tercera generación, que para el 2013 se situaba entre un 15 y 20 por ciento.

"La resistencia en K. pneumoniae frente a este mismo grupo de antimicrobianos es preocupante y ha aumentado en el último año a un 30 o 40 por ciento", dice. En Colombia, agrega la experta, también es evidente la resistencia de la S. aureus, que se calcula entre un 30 y 40 por ciento.

"Se hace necesario establecer una política coherente para racionalizar el uso de antimicrobianos no solo para el uso humano sino también veterinario -afirma Carlos Álvarez, presidente de la Asociación Colombiana de Infectología-. Hay que entender que estos son un recurso limitado que debe usarse prudentemente".

Este problema, recalca, no se soluciona con reglamentaciones ni decretos, pues en ciudades como Bogotá, donde la norma prohíbe la venta de antibióticos sin fórmula, esta disposición solo se cumple en el 20 por ciento de los casos.

"Los efectos de la resistencia bacteriana no son abstractos, hoy en los hospitales ya no existen medicamentos de este tipo para tratar algunos pacientes infectados por lo que muchos se complican y lamentablemente fallecen", agrega el experto.

Las siete bacterias analizadas

1. Escherichia coli. La E. coli se encuentra en el intestino de los animales y los humanos. En condiciones normales, favorece la absorción de algunas vitaminas, pero cuando se vuelve patógena es la causa más frecuente de infección urinaria y de infecciones de las meninges, especialmente en recién nacidos. También se ha relacionado con infecciones respiratorias.

2. Klebsiella pneumoniae. Enterobacteria que normalmente hace parte de la flora natural de los humanos y de los animales. Cuando se sale del canal alimentario, entre el estómago y el recto, puede llegar a ser letal. Este microbio puede producir enfermedades inflamatorias de los pulmones o infecciones en el tracto urinario.

3. Staphylococcus aureus. Es un tipo de bacteria que normalmente se encuentra en la piel y la nariz de las personas sanas. Se dice que hasta el 30 por ciento de la población general esta colonizada por este estafilococo, de ahí que se expanda a través del contacto con las manos, secreciones de la piel o de la nariz de alguien colonizado.

4. Streptococcus pneumoniae. También llamada neumococo, enferma casi exclusivamente a los humanos y es la responsable de un buen número de neumonías y de infecciones que comprometen el corazón. De igual forma, de procesos invasivos a las meninges y en toda la sangre (septicemia). Su hábitat es la faringe.

5. Nontyphoidal salmonella. La salmonela es la principal causante de infecciones alimentarias y está muy difundida en aves y en humanos. Es responsable de millones de infecciones intestinales por el consumo de alimentos contaminados con ella. Causa la fiebre tifoidea.

6. Shigella. Bacteria que invade el tubo digestivo. Su hábitat natural es el colon humano, pero también se encuentra en algunos primates. Se transmite a través del contacto directo e indirecto con agua o alimentos contaminados o con la materia fecal de personas infectadas.

7. Neisseria gonorrhoeae. También conocida como gonococo y es la responsable de producir la gonorrea humana. Puede encontrarse en la cavidad bucal.

Un estafilococo afectó su corazón y pulmón

Un dolor severo en la rodilla derecha que le impedía doblarla y una fiebre de 40 grados hicieron que José Luis, hoy de 24 años, acudiera el servicio de urgencias de un hospital de Cartago (Valle) en abril del 2012.

Allí, los médicos le dijeron que tenía artritis con pus en la rodilla. Lo operaron y permaneció hospitalizado dos días, recibiendo antibióticos intravenosos para contrarrestar la infección.

"Fui dado de alta y me prescribieron ciprofloxacina por varios días, tratamiento que suspendí. Una semana después de dejar el medicamento, me volvió la fiebre, la rodilla se me inflamó y, además, comencé a presentar tos, cansancio y dolor de pecho", cuenta este joven, que fue fumador y por varios años consumidor de drogas.

Los médicos le dijeron que una bacteria llamada estafilococo, que estaba en su sangre, había afectado una válvula de su corazón y estaba afectando el pulmón. Le volvieron a prescribir antibióticos y, dado que la fiebre no cedía, se los cambiaron por otro tipo de antimicrobianos.

"Uno de ellos me causó alergia y me los volvieron a cambiar. A los pocos días me bajó la fiebre y me volvieron a drenar la rodilla. Tras 19 días de hospitalización, en estado delicado, finalmente me dieron de alta y hoy me siento mejor. Fueron unos meses muy duros", dice José Luis.

dōTERRA para esta clase de males que nos aquejan, tiene en su "arsenal curativo" una serie de aceites esenciales; especialmente el Frankincense o Incienso que es muy util para combatir esta bacteria de forma natural.

Escribenos y estaremos dichosos de ayudarte.

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